El ser humano y su relación con la naturaleza y sus ciclos

Un viaje hacia el ritmo sagrado de la vida
El cuerpo humano forma parte de un todo, que nos une y vincula a cada una de las estaciones y cada uno de los ciclos de nacimiento y muerte que se producen constantemente en la naturaleza. Vivimos dentro de ciclos, y esos ciclos están también en nosotros.
La salud, desde esta mirada, es aprender a vivir en armonía con los cambios de la naturaleza. Escuchar sus ritmos, adaptarnos a sus enseñanzas y permitir que nuestra energía fluya con ella. Cada estación tiene un mensaje que como parte del todo deberíamos estar abiertos a escuchar y aprender a vivir acorde a ellos.
Cada una de las estaciones nos invita a un tipo de movimiento, a una emoción, alimentación, en definitiva a una forma de estar en el mundo.
Primavera – Elemento Madera
Es el despertar de la vida, se relaciona con el nacimiento y el comienzo…nos enseña a confiar en el impulso de empezar otra vez. Donde las flores empiezan a florecer,La savia sube, los brotes emergen, todo quiere crecer…
En nosotros, esta energía se manifiesta como deseo de crear, de planear, de iniciar caminos nuevos, emerge la creatividad.
En Mtc las estaciones están relacionadas con elementos, órganos, emociones, colores…la primavera se relaciona con el hígado y la vesícula biliar, la emoción que le afecta es la ira y frustración, le ayuda mucho estar en espacios abiertos y donde predomine el color verde.
Es tiempo de liberarse, de moverse, de dejar que la vida vuelva a fluir, el resurgir.
Verano – Elemento Fuego
Es una estación donde la mayor parte del tiempo está destinado a compartir, de amar, de reír y de sentir el sol también por dentro. El verano nos enseña a vivir con autenticidad y gozo. Su luz es abundancia absoluta, el calor expande todo.
Los órganos que la corresponden son varios: el Corazón (yin),Maestro Corazón (yin), el Intestino Delgado (yang) y Triple Calentador.
Les nutre la alegría (pero no excesiva, ya que esto le perjudica), la ilusión, creatividad, expansión…
Otoño – Elemento Metal
El otoño, es una estación de depuración y reflexión y de sembrarnos enseña a través de la caída de sus hojas y el recogimiento de muchos animales que hay mucha belleza en soltar y dejar ir aquello que ya no nos corresponde…respirar hondo, de dejar ir con gratitud, de encontrar valor en la sencillez, el otoño nos enseña a quedarnos con lo esencial.
¿Qué órganos están relacionados con el otoño? Los pulmones y el intestino grueso nos ayudan a soltar lo innecesario, tanto físico como emocional.
Invierno – Elemento Agua
Es tiempo de recogerse, de nutrirse interiormente, de escuchar la sabiduría del no-hacer, para el taoísmo denominado wu wei.
Todo duerme bajo la tierra porque el frío invita al resguardo, al descanso, a mirar hacia adentro.
Los riñones y la vejiga son los órganos representativos de esta estación, cuidan nuestra energía más profunda, la raíz de nuestra vida. Los riñones son considerados muy importantes en MTC ya que en ellos habita la esencia vital de la persona y es la base de todos los demás meridianos.
El invierno nos enseña que en la quietud también hay crecimiento.
Interestaciones – Elemento Tierra
Es tiempo de volver al cuerpo,se da especial importancia a la alimentación ya que los órganos que están relacionados con esta etapa es el Bazo y Estómago, encargados de digerir los alimentos y depuran lo bueno y lo malo para el organismo; para la medicina china nos ayudan a digerir los cambios de las estaciones y de la vida, por lo que la excesiva preocupación y control les perjudica, nos enseña la importancia de fluir y de soltar.
Se da en los momentos de transición, cuando una estación da paso a la siguiente, la tierra nos ofrece equilibrio.
Escuchar la naturaleza es escucharnos a nosotros mismos.
Pienso que como seres humanos en la actualidad tenemos pendiente el aprendizaje de volver a conectar con estos ciclos, con la sabiduría de la madre tierra donde en cada estación lleva consigo un proceso, un dolor, una emoción, unos alimentos…se deja morir para renacer en cada una de sus fases.
Cuando conseguimos vivir en sintonía con estos ciclos respetando cada una de sus fases, de nuestras fases podemos vivir en armonía como un todo y no como un ser individual.
La vida no es una línea recta, sino un círculo sagrado de transformación constante.
La Medicina Tradicional China no solo cuida el cuerpo sino que nos recuerda cómo volver a ser parte de la danza de la vida al ritmo de la naturaleza.